21.11.12

Palmera de choco....


Pronto hará cuatro años (diciembre 2008) que empezamos el proceso de idoneidad y recuerdo que el primer día, antes de ir a la entrevista entramos en una cafetería que había delante de la ICIF a desayunr. Ví una palmera de chocolate y la pedí. ERA LA MEJOR PALMERA DE CHOCOLATE QUE HABÍA COMIDO NUNCA!!

Salimos de la entrevista hechos polvo y pensamos que había sido buena idea desayunar antes ya que ahora no nos entraría nada. 

Las siguientes semanas se convirtió en "tradición"... cada vez que teníamos entrevista, antes de entrar al trapo, nos reconfortábamos con aquella deliciosa palmera de chocolate, irresistible, tan y tan buena.

Acabamos el proceso, fuimos idóneos y dejamos de ir a esa cafetería a comer la mejor palmera de chocolate del mundo.

Un día Manel tuvo que ir por esa zona a por unos encargos y fué a merendar a la cafetería en cuestión, me llamó para decirmelo y me preguntó si quería que me llevase una, le dije que no hacía falta (aunque en el fondo me moría de ganas)

En 2010 conocimos a nuestro hijo y un año después, noviembre del 2011 tuvimos el primer seguimiento. Tuvimos de ir a la ICIF. Estuve unos días antes pensando en la dichosa palmera de chocolate y en lo feliz que me sentiría de poder ir a esa cafetería a comermela... CON MI HIJO!

Y fuimos... y.... y.... y.... era una palmera de chocolate normal y corriente!!!!

Hace un mes, tuvimos el segundo seguimiento y volvimos a ir a la ICIF y efectivamnete!! volvimos a ir a esa cafetería a comernos la ya tradicional palmera de chocolate. (soy incapaz de pedir otra cosa allí) y como el año pasado, a pesar de ser una palmera muy buena, continua siendo una normal y corriente.

Me reí de mi misma de ver como mi propio subconsciente me había traicionado hasta tal punto... aquella palmera nos calmaba las ansias de la entrevista, me aportaba la parte de azucar y chocolate que mi cuerpo necesitaba para afrontar esa hora tan dificil ...hasta el punto de hacerme ver maravillosa una cosa que en realidad tan sólo es "normal"

A pesar de todo, continuaré yendo cada año cuando toque seguimento a desayunar una palmera de chocolate.



.



3 comentarios:

pilijingguo dijo...

Me ha encantado tu entrada,a veces esas cosas ,las mas pequeñas son las que mas nos llenan,sabes que yo recuerdo perfectamente el crusan que me comi antes de ir a buscar la foto de mi niña?esa cafeteria justo enfrente de la ecai,cuantos recuerdos..y ahora me has hecho ponerme sentimental y pensar que nunca he ido a esa cafeteria con mi niña y que lo proximo que haga al ir a barcelona sera ir a desayunar alli...gracias por hacerme recordar ese momento y espero que tu sigas comiendote esa palmera tan especial...un beso

Anónimo dijo...

Qué bueno...y qué cierto.
Yo recuerdo el sabor de los zumos de naranja y ls yogures que me comí en Rusia cuando fuimos a por nuestra hija...y los recuerdo ocomo los mejores zumos y yogures que he tomado nunca jamás...y le digo a mi marido ¿"Te acuerdas qué buenos estaban los zumos y los yogures"?
Y ningún zumo ni ningún yogur me saben tan bien como aquellos....
Los recuerdo como lo mejor de mi vida....

María J. dijo...

A veces lo más insignificante marca un lugar, un momento determinado, y eso es lo que lo hace especial.

Un beso,
María J.