15.1.11

Punto de inflexión.

Cuando salimos con M del orfanato, eramos totalmente novatos... por muchos libros que hayas leído, de repente te quedas en blanco... tienes un niño, pequeño, que depende de tí, que a partir de ese momento pasa a depender de ti y eso crea una fuerta sensación de no tener claro si lo harás bien. Almenos esto nos pasó a nosotros.

Los tres primeros días fueron bonitos pero muy duros y dificiles.

Lloraba con rabieta incluida cada vez que le decíamso que no a algo... suponiamos que era porque llevabamos toda la semana en el orfanato riendole las gracias, dándole todo lo que pedía y en definitiva, consintiendolo.

Pero el tercer día fue el peor, recuerdo ese sábado como un de insomnio... nos levantamos y nos dirigimos a la casa de una familia dónde nos habian invitado a un 'evento'... un señor que pintaba ropa y cuadros hacia una exposición y nos invitó a todas las familias adoptantes que estábamos en Lagos adoptando con la misma fundación... daneses, franceses y españoles.


Era un jardín, grande al lado del río... como en todo Lagos, las cosas estaban a medias, el río era muy caudaloso y la barandilla hecha una mierda... habia columpios y una gran zoooooooona verde para correr, pero M flipaba con el agua por lo que sólo le interesaba ir a er el río por lo que no pudimos dejarlo sólo ni un momento, ya que como he dicho, no habia practicamente barandilla, era fácil que se fuera río abajo.


Empezó a hacer rabietas a las 11:00... eran las 12:00 y seguia llorando... si lo cogía en brazos me tiraba patadas para que le dejara en el suelo, si lo dejaba en el suelo, pedía brazos... era una constante... cuando parecía uqe se habia relajado volvía la rabieta, porque habia decidio que quería una bicicleta grande que habia de un niño y le dijimos que no... eran las 13:00 y seguía llorando... nos fuimos del parque y nos fuimos a comer... seguía llornado... llorando con rabieta incluida... así que decidimos irnos de la casa dónde comiamos e ir al hotel sin comer... no era plan de poner nerviosos a todos los de la casa y la verdad... despues de toda la mañana pasada ... hambre, poca.


Nosotros no nos atreviamos a subir el tono de voz ... 'pobrecito, sale de un orfanato y llevaba disciplian estricta, que no se asuste' ... era nuestro 'lema'... o sea, todo muy pasteloso... mucho cariño por aqui, mi amor por allí....

Fuimos al hotel y seguía llorando... seguía haciendo rabieta... estabamos desesperados... Manel salió de la habitación porque en esos momentos a él le rechazaba... y yo le dí un potito que habiamos traido de casa ... eso le hizo callar... pero decidió que se lo quería comer sobre la cama... yo le dije que no, que en la cama no se come... y otra vez rabieta!


Y perdí los nervios... chillé, me enfadé... chillé mucho, subí el tono de voz y le dije que NOOOOOO, en la cama no se come, si quieres comer el potito o en la mesa o en el suelo pero en la cama NO!!


Justo despues de los gritos me sentí MUY culpable por haber perdido los nervios de esa manera...


M paró de llorar, cogió el potito, se sentó en el suelo, me miró con cara sonriente y me dijo 'mama ven a sentarte a mi lado'... riendo!!! contento!!!!

La mama (o sea yo) se quedó flipando pepinos... como podía ser que acabara de perder los nervios, que le hubiese chillado y al tio eso se le pusiera bien? Me senté a su lado... exhausta de toda la mañana, incrédula pero riendo con él... se comió el potito y por primera vez en esos 3 días conseguí que hiciera siesta...

La siesta? pues porque subí un pelín el tono de voz... puse un pelín de autoridad en mis palabras 'it's time to sleep!!'... se abrazó a mí y se durmió.

Llegamos a la conclusión que los 3 primeros días el niño iba perdidisimo... venía de una institución dónde tenian unos horarios estrictos, normas estrictas y rutinas estrictas... y de repente se encontró con dos 'pateticos' que le hablaban todo el dia como 'tontos', que le dejaban hacer todo y que cuando le decian que no, se lo hacian sin autoridad....


Desde ese dia nusetra relación mejoró, muchisimo... continuamos hablandole suave y cariñosamente mchas horas, pero tambien subimos un pelín la entonación de nuestras 'ordenes'...

Ese sábado, simplemente nos demostró que necesitaba unos padres, unos referentes.

Aún y así, cuando recuerdo ese sábado, lo recuerdo terrorífico. Y todavia a dia de hoy a pesar de haberme funcionado... me sabe mal haber perdido los nervios.

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8 comentarios:

Laura dijo...

Laura, supongo que los buenos comienzos sin problemas, de color de rosa, serán los menos. Imagino que todos deseamos que todo vaya sobre ruedas, pero no siempre es así.
Perder los nervios es normal, es natural, es humano... Está claro que la disciplina, las normas, las rutinas es la mejor fórmula para que todo vaya bien. El cariño, el amor y la comprensión también. La fórmula es una mezcla de las dos cosas y cada familia tenemos que descubrir en qué proporción debemos utilizarla.

Vosotros ya lo sabéis, así que ¡adelante!

Sandra dijo...

Gracias por compartir vuestra experiencia, a los que vamos detras nos biene genial, pues como tu dices por muchos libros que leeas en esos momentos te quedas sin saber muy bien como actuar, un abrazo.

Silvia - Desenredando el hilo rojo dijo...

Te recomiendo INDÓMITO y ENTRAÑABLE. En él podrás leer cómo nuestros comportamientos inesperados causan en ellos reacciones muy positivas.

Kinshasa dijo...

Me gusta mucho leerte ...me encanta leer tus comienzos poco a poco!

Besotes

Teresa

Xiao dijo...

Perder los nervios, levantar la voz...darle voces..... son cosas que sigo sin diminar y que me hacen sentir fatal conmigo misma. Y he de reconocer, que me hacen sentir fatal aún a pesar de ver como funciona a veces, cuando ya nada lo hace.....
Creo que somos personas además de padres y perder los nervios nos "humaniza" y nos "despaternaliza".
Tómatelo con calma, os queda mucho, mucho por delante.
Un abrazo

Mariajo dijo...

:-) Vaya lección!! Gracias por contarla, no hay fórmulas iguales para tod@s, pero esta experiencia vuestra es toda una lección!

Un abrazo,
Mariajo

VERÓNICA Y JOSÉ FCO. dijo...

Es verdad que al principio todo queremos que salga bien y no esperamos según qué cosas pero también es cierto que no hay que dejarles desde el principio que se nos suban a las barbas. Es normal que te sientas mal al perder los nervios pero ha funcionado. Quizás lo necesitaseis los dos.

Anónimo dijo...

Laura, ¡qué bonito lo que cuentas y cómo lo haces!
Yo soy madre biológica de un niño de 3 años y futura madre adoptiva (espero asignación) y... es lo mismo.
A ver, lo que quiero decir es que esa actitud tuya fue la que yo he tenido muchas veces con mi hijo. Leyéndote... ha sido como si estuviera reviviendo algunos momentos. En el mejor sentido de la palabra, es la forma de actuar de la mayoría de las novatas... A mí me cuesta imponerme la misma vida, prefiero los cariños a mostrarme autoritaria, pero... si bien muchas veces he pecado de blanda, sobre todo al principio, con el tiempo, no me ha quedado más remedio que ir ajustándome a lo que el niño necesita, que es un poco de disciplina, aunque se la demos con todo el amor del mundo.
Estos mocosos, a veces nos desquician, pero... así es el asunto.
Mela.