
Pero ahora tengo un hijo y a veces cuando sale a paseo con su padre, llega a casa con un ramito de flores cogidas en el campo.
Pero ahora tengo un hijo y este año por Sant Jordi, me regaló una rosa que compró junto a su padre para mi... me hicieron esperar fuera de la tienda mientras los dos la compraban... y salió con un "te quiero mucho" aguantando la rosa con las dos manos. Su sonrisa iba de oreja a oreja.
Pero ahora tengo un hijo y el día de la madre, entró al super dónde yo estaba haciendo cola para pagar una caja de fresas y me regaló una petunia que acaban de comrpar en el mercado provocando el oooooooooooh de todas las yayas que tambien compraban....
Pero ahora tengo un hijo y el domingo cogió un ramo de amapolas (mi flor preferida) y me las dió, exigiendome que las teniamos que meter en agua.
Cada vez que me regala alguna flor, nos fundimos en un abrazo... se deja abrazar... nos acoplamos y a mi me recorre un no sé que por todo el cuerpo que aixxxxxxxxxxx... y es genial ver su carita de contento porque ha regalado a mamá algo que le ha encantado.
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7 comentarios:
ainssssssss que bonito!!!
Tu hijo es de lo mas dulce!!!
Diossssssssssssssssss, ¡para comérselo! A mí me encantan las flores pero si no me gustaran, con lo que me cuentas... me haría una fanática de las mismas (siempre que vinieran acompañadas de ese te quiero o de ese abrazo). Ufff, emocionante. Besos
OooooooooooooooooHHHHH!! ;)
Un abrazo.
Me encanta!!!
Y no sé cómo lo ves, Laura, pero M. apunta maneras.... jajaja...
Un abrazo,
Mariajo
y al final adorarás que te regalen flores....
Tu hijo es un cielo....
Besos
Es increible, cómo hasta las cosas mas insignificante cobren tanta importancia, y cambie todo alrededor, cuando hay un peque cerca ¿eh?
Que chulo!
Un beso,
María J.
ves? ahora ya si te gustan las flores! jejejeje...
Besotes
Teresa
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