4.4.09

Abidjan


Abidjan, una gran metrópoli, glamourosa y minada por la delincuencia, carecía de interés hasta 1951, cuando los franceses finalizaron la construcción del canal Vridi, que une la laguna de Abidjan con el océano. La ciudad posee desde entonces un puerto excelente y su población ha aumentado hasta prácticamente alcanzar los tres millones de habitantes, repartidos en cuatro penínsulas alrededor de la laguna.


Conocido como el París de África Occidental, en Abidjan viven muchos franceses pero también atrae a muchos africanos de los países vecinos, por lo que se ha convertido en la urbe más cosmopolita de la región. Muchos viajeros únicamente conocen sus barrios más ricos, especialmente Le Plateau, el céntrico punto comercial repleto de rascacielos, y Cocody, la elegante zona residencial donde se encuentra el reconocido hotel Ivoire. Distritos más humildes, como Treichville, Marcory y Adamé, resultan mucho más interesantes. Unido con Le Plateau por medio de dos puentes, el barrio de Treichville concentra la mayoría de locales nocturnos.



El hotel Ivoire, el más famoso de África Occidental, es también una de las principales atracciones de la ciudad. Se enorgullece de poseerlo todo: piscina, pista de patinaje sobre hielo, bolera, cine, casino e incluso una importante galería de arte en el sótano. La moderna seo de Abidjan, la catedral de St Paul, sólo superada por otra en la capital, Yamussukro, justifica la visita por las vistas que se divisan desde lo alto de su campanario. Fue diseñada por un arquitecto italiano, y consagrada por el Papa en 1985.



En el extremo noroccidental se encuentra el Parc du Banco, una reserva de selva tropical que con su frescor se presta a pasear. A unos centenares de metros de la entrada, por el camino de tierra, se encuentra la lavandería al aire libre más grande de África: un inolvidable espectáculo en el que cientos de fanicos (lavanderos) se reúnen en el centro de una corriente para hacer la colada. Diariamente, frotan enérgicamente la ropa sobre enormes piedras sujetas por viejos neumáticos, y la extienden en las rocas y la hierba a lo largo de medio kilómetro. Nunca se equivocan ni confunden las prendas de cada uno.



No hay que, olvidar que desde finales de la década de 1980, Abidjan tiene fama de contar con el índice de criminalidad más alto de África Occidental, y ninguna zona de la ciudad se considera suficientemente segura para andar solo por la noche.



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3 comentarios:

Shari y Pedro dijo...

Me encanta aprender sobre lugares nuevos... nunca llegue a imaginar que el mundo de la adopción me enseñase tantas cosas sobre tantos lugares diferentes...

Un besito guapa!!

F.F dijo...

Abidján sorprende a los que pensamos que en África no hay ciudades así. A mí a pesar de ser un lugar caótico me gustó mucho y tengo muchas ganas de regresar. Del Hotel Ivoire casi no puedo decir nada más, un lugar con aire decadente pero con algo que engancha. Su personal muy amable y una buena elección para hospedarse.
Bicos
Fátima

Sonia dijo...

Nunca pensé que en Africa hubiera ese tipo de ciudades. Gracias Laura, por enseñarnos todas esas cositas de Costa.
Besos,
Sonia