La principal baza de Costa de Marfil reside en su gente, y es la nación que deben visitar todos aquellos que estén interesados en la historia, la música o el arte de África. El país ofrece al viajero paisajes de gran belleza, como la zona montañosa alrededor de Man, la fascinante región de Senoufo, bordeando Korhogo, el Parque Nacional de Comoë (el más grande de África Occidental) y las remotas playas y aldeas de pescadores de Sassandra. Estos enclaves se encuentran al alcance del visitante gracias a una red de carreteras que figura entre las mejores del continente.
Costa de Marfil, que en un tiempo fuera ejemplo paradigmático del desarrollo africano, ahora está viviendo momentos difíciles. El país ha contado siempre con un envidiable potencial exportador, pero en la actualidad se encuentra gravemente endeudado, debido a una burocracia derrochadora y al colapso de los precios de las materias primas. A finales de 1999, mientras Costa de Marfil trataba de volver a sus antiguos días de gloria, el sector militar se dejó llevar por la impaciencia y derrocó al gobierno. El régimen militar ha sido a su vez destronado, pero cristianos y musulmanes siguen luchando (literalmente) por la supremacía política.
Superficie: 322.000 Km²
Población: 16.8 million Capital: Yamussukro (100.000 hab.) Nacionalidades y etnias: akan (que incluye los grupos baulé y agni), kru (yacuba o dan, principalmente), senufu, mande, libaneses, franceses
Idioma: francés (oficial); 60 dialectos nativos, entre los que destacan yacuba, senufu, baulé, agni y diula
Religión: 65% religiones tradicionales, 23% musulmanes, 12% cristianos, protestantes en su mayoría Régimen político: república
Presidente: Laurent Gbagbo
Primer Ministro: Seydou Diarra
PIB: 24.2 billones de dólares
PIB per cápita: 1,640 dólares
Crecimiento anual: 6%
Inflación: 3%
Visados: todos los visitantes precisan visado
Condiciones sanitarias: es necesario vacunarse contra la fiebre amarilla y el cólera, caso de producirse algún brote. También se recomienda, en caso de estancia prolongada, las vacunas contra la hepatitis y tifoidea.
Hora local: GMT
Electricidad: 220V, 50Hz
Pesos y medidas: sistema métrico
Turismo: unos 728.000 visitantes al año
En febrero se celebran las Fêtes des Masques (fiestas de las máscaras) en las poblaciones diseminadas por la región de Man. Otra festividad destacada es la Fête du Dipri, organizada a mediados de abril en Gomon, a 100 km al noroeste de Abidjan, y en la que todos los habitantes del pueblo exorcizan vigorosamente sus hogares contra los maleficios. El momento del año para visitar el país con mayor tranquilidad abarca de noviembre a febrero, aunque los amantes de la fotografía conseguirán imágenes mucho más atractivas durante la época pluvial, entre mayo y octubre. La temporada turística suele extenderse de diciembre a marzo y, en menor grado, durante los meses de noviembre y abril.
Una de las festividades más famosas de Costa de Marfil es la Fête des Masques (Fiesta de las Máscaras), que se celebra en los pueblos de la región de Man cada mes de febrero. Otro acontecimiento relevante es el Carnaval de Bouaké en marzo. En caso de visitar el país en abril, resulta imprescindible la Fête du Dipri en Gomon. Esta fiesta se inicia a medianoche, cuando mujeres y niños desnudos abandonan sigilosamente sus cabañas y realizan rituales nocturnos para exorcizar el pueblo de todo maleficio. Antes del amanecer, aparece el jefe, retumban los tambores y los lugareños se hallan en estado de trance. El frenesí se prolonga hasta última hora de la tarde del día siguiente. La principal festividad musulmana, el Ramadán, se desarrolla durante un mes (alrededor de diciembre) en el que la población ayuna entre la salida y la puesta de sol, cumpliendo con el cuarto pilar del islam. El Ramadán finaliza con una gran celebración, el Eid al-Fitr, en la que todos se reúnen para rezar, visitar a sus amigos, regalar y sobrealimentarse. El Día Nacional se conmemora el 7 de diciembre.
franco CFA
Comidas
· Presupuesto bajo: entre 1 y 5 dólares
· Presupuesto medio: entre 5 y 15 dólares
· Presupuesto alto: a partir de 15 dólares
Alojamiento
· Presupuesto bajo: entre 6 y 12 dólares
· Presupuesto medio: entre 12 y 30 dólares
· Presupuesto alto: a partir de 30 dólares
El franco CFA se fija según el franco francés y es la moneda principal de todos los países francófonos del oeste de África. El presupuesto mínimo por jornada se ajusta a los 10 dólares, obteniendo con ello un alojamiento sencillo pero limpio y excelente comida callejera. En ocasiones resulta complejo encontrar restaurantes económicos, y si se pretende comer al estilo occidental y alojarse en hoteles más confortables, deben calcularse alrededor de 30 o 40 dólares diarios. Las estancias en hoteles de primera clase, combinadas con salidas nocturnas, representarán un gasto de unos 100 dólares al día. Alquilar un coche cuesta otros 100 dólares por jornada.
La agencia bancaria del aeropuerto ofrece tipos de cambio aceptables, de manera que si se viaja en avión, merece la pena canjear las divisas al llegar. De no ser así, el visitante tendrá interés en cotejar las distintas ofertas de cambio, que en algunos bancos pueden resultar muy ventajosas, pero con comisiones elevadas, mientras que en otros no se cobran pero se aplica un tipo mucho más bajo. Al contrario que los ciudadanos franceses, los turistas de otras naciones pueden encontrarse con dificultades a la hora de obtener dinero en efectivo con sus tarjetas de crédito. El banco COBACI en Plateau, Abidjan, es el único que ofrece un adelanto en efectivo con la presentación de una tarjeta.
El sistema de propinas no sigue reglas definidas. Los africanos no suelen practicarlo, pero esperan de los ricos (es decir, los visitantes) un cadeau (regalo) como propina. En los restaurantes más caros, se supone que incluso los africanos deben dejar un 10% más del importe, pero conviene comprobar previamente la cuenta en caso de que el servicio estuviera incluido. Los taxistas esperan una gratificación de un 10%, excepto si se trata de un taxi compartido.
Conocido como el París de África Occidental, en Abidjan viven muchos franceses pero también atrae a muchos africanos de los países vecinos, por lo que se ha convertido en la urbe más cosmopolita de la región. Muchos viajeros únicamente conocen sus barrios más ricos, especialmente Le Plateau, el céntrico punto comercial repleto de rascacielos, y Cocody, la elegante zona residencial donde se encuentra el reconocido hotel Ivoire. Distritos más humildes, como Treichville, Marcory y Adamé, resultan mucho más interesantes. Unido con Le Plateau por medio de dos puentes, el barrio de Treichville concentra la mayoría de locales nocturnos.
El hotel Ivoire, el más famoso de África Occidental, es también una de las principales atracciones de la ciudad. Se enorgullece de poseerlo todo: piscina, pista de patinaje sobre hielo, bolera, cine, casino e incluso una importante galería de arte en el sótano. La moderna seo de Abidjan, la catedral de St Paul, sólo superada por otra en la capital, Yamussukro, justifica la visita por las vistas que se divisan desde lo alto de su campanario. Fue diseñada por un arquitecto italiano, y consagrada por el Papa en 1985.
En el extremo noroccidental se encuentra el Parc du Banco, una reserva de selva tropical que con su frescor se presta a pasear. A unos centenares de metros de la entrada, por el camino de tierra, se encuentra la lavandería al aire libre más grande de África: un inolvidable espectáculo en el que cientos de fanicos (lavanderos) se reúnen en el centro de una corriente para hacer la colada. Diariamente, frotan enérgicamente la ropa sobre enormes piedras sujetas por viejos neumáticos, y la extienden en las rocas y la hierba a lo largo de medio kilómetro. Nunca se equivocan ni confunden las prendas de cada uno.
No hay que, olvidar que desde finales de la década de 1980, Abidjan tiene fama de contar con el índice de criminalidad más alto de África Occidental, y ninguna zona de la ciudad se considera suficientemente segura para andar solo por la noche.
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3 comentarios:
Me encanta aprender sobre lugares nuevos... nunca llegue a imaginar que el mundo de la adopción me enseñase tantas cosas sobre tantos lugares diferentes...
Un besito guapa!!
Abidján sorprende a los que pensamos que en África no hay ciudades así. A mí a pesar de ser un lugar caótico me gustó mucho y tengo muchas ganas de regresar. Del Hotel Ivoire casi no puedo decir nada más, un lugar con aire decadente pero con algo que engancha. Su personal muy amable y una buena elección para hospedarse.
Bicos
Fátima
Nunca pensé que en Africa hubiera ese tipo de ciudades. Gracias Laura, por enseñarnos todas esas cositas de Costa.
Besos,
Sonia
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